Blog - Imaginero Caballero Pérez El diseño y creación de peanas para imágenes.

El diseño y creación de peanas para imágenes.

Publicado el 18-08-2025

Volver

Dentro del universo de la imaginería sacra, cada elemento que acompaña a una talla tiene un propósito tanto funcional como simbólico. Entre ellos, la peana ocupa un lugar especial: no es un mero soporte, sino la base que eleva la imagen, la dignifica y le otorga presencia dentro del templo, la procesión o el oratorio particular. Diseñar y crear una peana implica combinar arte, técnica y devoción, pues debe estar en perfecta sintonía con la figura que sostiene.

La función de la peana

En primer lugar, la peana cumple un papel práctico: ofrecer estabilidad y seguridad a la escultura. Muchas imágenes procesionan, se trasladan o se colocan en retablos altos, por lo que necesitan un soporte firme que garantice su conservación. Pero la peana también es un recurso estético: eleva la talla y la convierte en centro de atención, marcando la distancia entre lo humano y lo sagrado.

Además, la peana contribuye a reforzar el mensaje devocional. Una base ornamentada con motivos vegetales puede evocar el jardín del Edén; una decorada con símbolos pasionarios remite al sacrificio de Cristo; y una más sencilla, en madera pulida, puede subrayar la humildad y cercanía de la figura.

El proceso de diseño

El diseño de una peana comienza con un estudio minucioso de la imagen a la que servirá. No todas las esculturas requieren el mismo tipo de soporte:

El imaginero o tallista debe valorar las proporciones, la iconografía, el lugar donde se expondrá la obra y el uso litúrgico que tendrá. De esta manera, la peana no compite con la imagen, sino que la complementa y potencia.

Materiales y técnicas

La madera sigue siendo el material más habitual para la creación de peanas, gracias a su resistencia y su facilidad para ser trabajada en talla y ornamentación. Sobre esta estructura, los artesanos aplican técnicas tradicionales como:

Estas técnicas aportan riqueza visual y simbólica a la peana. En otros casos, se combinan materiales como el mármol, el metal o incluso elementos textiles bordados que decoran el frente de la peana, especialmente en obras de carácter procesional.

La simbología en la peana

Más allá de su estética, la peana se concibe como un mensaje visual. Puede incluir:

Elementos simbólicos

Cartelas con inscripciones, escudos de hermandades, símbolos teológicos o representaciones de escenas bíblicas en relieve.

Función comunicativa

Todo esto convierte a la base en un discurso añadido que enriquece la obra y ayuda al fiel a comprenderla en toda su dimensión espiritual.

De este modo, la peana no es un simple pedestal, sino una prolongación de la imagen, que ayuda al fiel a leerla y comprenderla en toda su dimensión espiritual.

Conclusión

La peana es el primer escalón entre lo terrenal y lo divino. Al sostener y realzar la imagen, cumple la doble misión de protegerla y engrandecerla, de ser soporte y al mismo tiempo símbolo. En ella convergen la destreza del artesano, la visión del imaginero y la fe de quienes la contemplan. Por eso, cada peana bien diseñada y creada no solo eleva una talla, sino también la devoción de todo un pueblo.